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01. Salud Genital y de la Piel
Sin signos de alarma.
Tus respuestas indican que no presentas síntomas compatibles con enfermedades cutáneas genitales como el liquen escleroso. La piel de tu pene y escroto parece estar sana y sin cambios relevantes. Aun así, conviene que sigas atento: si en algún momento notas picor persistente, manchas blancas, zonas engrosadas o grietas, no lo ignores. Estos signos, aunque puedan parecer menores, merecen una valoración. Cuidar de tu piel genital es cuidar también de tu comodidad, tu sexualidad y tu bienestar.
Por ahora no es necesario que pidas cita, pero mantente atento a posibles cambios y consulta si aparecen nuevas molestias.
Consulta recomendada.
Has descrito molestias frecuentes como picor, escozor o irritación en la piel genital. Estos síntomas no siempre indican una enfermedad grave, pero sí merecen una revisión médica. En muchos hombres, el liquen escleroso o la dermatitis crónica empiezan con señales como las que mencionas y, si se diagnostican a tiempo, se pueden controlar con tratamientos que frenan la progresión y alivian el malestar. No se trata de alarmarse, sino de actuar pronto: pedir cita con un especialista puede marcar la diferencia entre una molestia puntual y un problema crónico.
Te recomendamos pedirnos una cita médica para una exploración y descartar la presencia de liquen escleroso u otras enfermedades de la piel genital.
Alta probabilidad de patología genital.
Tus respuestas reflejan síntomas claros y persistentes muy compatibles con un trastorno de la piel genital, como el liquen escleroso. Esta enfermedad puede afectar de forma progresiva al pene, estrechar el prepucio o incluso alterar la función sexual si no se trata. Aunque pueda dar vergüenza hablar de ello, es más común de lo que parece y tiene solución si se aborda de manera temprana. Te recomendamos solicitar una valoración médica especializada lo antes posible: cuanto antes se diagnostique, antes se podrá aplicar un tratamiento regenerativo o quirúrgico que frene el avance y te devuelva calidad de vida y seguridad en tu intimidad.
Te recomendamos pedirnos cita lo antes posible para una valoración médica especializada en salud genital masculina.
Erección dentro de la normalidad.
Tus respuestas indican que, en este momento, no presentas síntomas compatibles con una disfunción eréctil significativa. La calidad de tus erecciones parece suficiente para mantener relaciones sexuales satisfactorias y no se aprecian señales de alarma clínica. Aun así, conviene recordar que la erección es un reflejo sensible de la salud vascular, hormonal y emocional. Si en algún momento notas cambios persistentes —como menor rigidez, pérdida de erecciones espontáneas o más dificultad para mantenerlas—, no lo ignores. Detectar a tiempo cualquier alteración te permitirá actuar antes de que se convierta en un problema.
Por ahora no es necesario pedir cita, pero sí mantenerte atento a posibles cambios y consultar si aparecen síntomas persistentes.
Consulta recomendada.
Has señalado dificultades frecuentes para mantener la erección durante las relaciones sexuales. Esto sugiere una disfunción eréctil leve o moderada, que conviene no normalizar ni dejar sin atender. En muchos casos puede estar relacionada con factores transitorios como el estrés, el cansancio o la ansiedad, pero también puede ser un signo inicial de problemas de circulación, desequilibrios hormonales, diabetes o hipertensión. Una valoración médica a tiempo te permitirá descartar causas orgánicas y, si es necesario, iniciar un tratamiento que mejore tu función eréctil y tu confianza.
Te recomendamos pedirnos una cita para una revisión médica especializada en salud sexual masculina.
Alta probabilidad de disfunción eréctil.
Tus respuestas reflejan una dificultad importante y persistente para conseguir o mantener la erección, lo que indica una disfunción eréctil evidente. Esta situación no solo impacta en tu vida sexual, sino también en tu autoestima, tu relación de pareja y tu calidad de vida. La buena noticia es que hoy existen múltiples opciones de tratamiento —desde abordajes médicos y regenerativos hasta terapias de acompañamiento psicológico— que pueden ayudarte a recuperar la función eréctil y el disfrute de tu intimidad. Cuanto antes se realice una valoración, antes se podrá identificar la causa y aplicar el tratamiento adecuado.
Te recomendamos pedirnos cita lo antes posible con un especialista en andrología o medicina sexual para recibir un diagnóstico preciso y empezar un plan de tratamiento personalizado.
Imagen genital dentro de la normalidad.
Tus respuestas indican que, en general, te sientes cómodo con tu pene y tu autoimagen genital no supone una limitación para tu bienestar ni para tu vida sexual. La diversidad en tamaño, forma y proporción es mucho más amplia de lo que solemos creer, y la mayoría de las veces no implica ningún problema real. Aun así, si en algún momento notas que estas inseguridades se intensifican o comienzan a influir en tus relaciones, recuerda que existen opciones médicas y quirúrgicas seguras para abordarlo.
Por ahora no es necesario que pidas cita, pero mantente atento a cómo te sientes y consulta si en el futuro estas dudas se convierten en un obstáculo para tu vida íntima.
Consulta recomendada.
Has señalado que la forma, tamaño o aspecto de tu pene te incomoda con frecuencia y afecta a tu confianza. Esta situación puede influir en cómo vives tu intimidad, en tu seguridad al desnudarte o incluso en el disfrute de las relaciones sexuales. La insatisfacción con la autoimagen genital es más común de lo que parece y no se trata de frivolidad: sentirse inseguro con el propio cuerpo tiene un impacto real en el bienestar emocional y sexual. Existen procedimientos médicos y quirúrgicos, como el alargamiento y el engrosamiento de pene, que pueden ayudarte a mejorar la proporción, la armonía y, sobre todo, tu seguridad.
Te recomendamos pedir una cita en Intimara para valorar tu caso y explicarte en detalle las opciones de cirugía íntima masculina disponibles.
Alta probabilidad de malestar significativo.
Tus respuestas reflejan que el tamaño, la forma o el aspecto de tu pene te generan un malestar constante y limitan tus relaciones. Esta situación puede llevar a evitar la intimidad, sentir vergüenza o inseguridad persistente, e incluso afectar a tu autoestima de manera profunda. En Intimara comprendemos lo difícil que puede ser vivir con esta carga y queremos transmitirte que existen soluciones reales. Nuestro equipo especializado en cirugía íntima masculina ofrece procedimientos como el alargamiento y el engrosamiento peneano con técnicas seguras, naturales y enfocadas en mejorar no solo la apariencia, sino también tu confianza y tu calidad de vida.
Te recomendamos pedir cita lo antes posible para una valoración personalizada con nuestro equipo experto en cirugía íntima masculina.
Sin alteraciones relevantes.
Tus respuestas indican que no presentas pérdidas de orina significativas ni urgencia miccional llamativa. El control de la vejiga parece estar conservado y no hay motivos de alarma en este momento. Recuerda que la incontinencia urinaria puede aparecer de forma progresiva con la edad, tras intervenciones urológicas o en relación con la salud prostática y el estado del suelo pélvico. Mantener un estilo de vida saludable, con buena hidratación, ejercicio físico regular y evitando el exceso de alcohol o cafeína, ayuda a preservar un buen control urinario.
Por ahora no es necesario pedir cita, pero presta atención a posibles cambios y consulta si los síntomas se vuelven frecuentes o limitantes.
Consulta recomendada.
Has señalado pérdidas de orina recurrentes que ya suponen una molestia en tu día a día. Este tipo de síntomas pueden relacionarse con una debilidad del suelo pélvico, infecciones urinarias, problemas prostáticos o alteraciones de la vejiga. Aunque no siempre se trate de una enfermedad grave, sí es un signo de que algo no está funcionando bien. Una valoración médica puede identificar la causa exacta y ofrecerte soluciones —desde fisioterapia de suelo pélvico hasta tratamientos médicos específicos— que mejoren tu calidad de vida.
Te recomendamos pedirnos cita para una revisión urológica y así descartar problemas asociados.
Alta probabilidad de incontinencia urinaria clínica.
Tus respuestas reflejan pérdidas de orina frecuentes o una urgencia miccional marcada, lo que indica una incontinencia significativa. Este cuadro puede deberse a una disfunción prostática, a un trastorno de la vejiga o a un debilitamiento del suelo pélvico, y suele afectar no solo a la salud física sino también a la autoestima y a la vida social e íntima. La buena noticia es que existen múltiples tratamientos —desde terapias regenerativas y fisioterapia de suelo pélvico hasta cirugía en casos seleccionados— que pueden mejorar de manera notable los síntomas. Cuanto antes se estudie, antes podrás recuperar el control y tu seguridad.
Te recomendamos pedir cita lo antes posible con nuestro especialista en urología para una evaluación completa y un plan de tratamiento personalizado.
Micción dentro de la normalidad.
Tus respuestas indican que, en general, no presentas síntomas significativos relacionados con la próstata. El flujo urinario es adecuado y no hay señales de obstrucción o dificultad llamativas. Aun así, recuerda que con la edad la glándula prostática tiende a aumentar de tamaño y que los primeros signos suelen ser sutiles: levantarse por la noche a orinar, un chorro más débil o la sensación de no vaciar del todo la vejiga. Prestar atención a estos cambios y comentarlos en revisiones médicas rutinarias es la mejor forma de detectar precozmente cualquier alteración.
Por ahora no necesitas pedir cita específica, pero mantente atento y consulta si los síntomas se hacen más frecuentes o persistentes.
Consulta recomendada.
Has descrito síntomas urinarios frecuentes que te incomodan, como dificultad para iniciar la micción, chorro débil o sensación de vaciado incompleto. Estos signos son compatibles con una posible hiperplasia benigna de próstata, un crecimiento no canceroso muy común a partir de los 50 años, que puede afectar la calidad de vida si no se trata. También podrían estar relacionados con infecciones o alteraciones de la vejiga, por lo que una revisión médica es necesaria para diferenciar la causa y ofrecerte un tratamiento adaptado. Cuanto antes se valore, más sencillo será aliviar las molestias y prevenir complicaciones.
Te recomendamos pedirnos cita para una revisión urológica que permita evaluar tu próstata y encontrar la mejor solución para ti.
Alta probabilidad de patología prostática.
Tus respuestas reflejan síntomas urinarios persistentes e intensos que afectan de forma clara a tu calidad de vida. Esto sugiere una obstrucción urinaria significativa, habitualmente debida a hiperplasia prostática benigna avanzada, aunque también puede estar relacionada con otras condiciones que deben descartarse. Este cuadro no solo es incómodo, sino que puede generar infecciones recurrentes, daño en la vejiga o incluso afectar la función renal si progresa sin tratamiento. La buena noticia es que hoy existen múltiples opciones, desde tratamientos farmacológicos hasta técnicas mínimamente invasivas o cirugía, que ofrecen gran mejoría.
Te recomendamos pedirnos cita lo antes posible con un especialista en urología para una evaluación completa y un plan de tratamiento adecuado a tu caso.
Deseo y energía dentro de la normalidad.
Tus respuestas indican que mantienes un nivel de deseo sexual y energía estable, sin signos de alteraciones hormonales significativas. No se aprecian señales de alarma en este momento. Recuerda, sin embargo, que el deseo y la vitalidad pueden variar a lo largo de la vida en función del descanso, el nivel de estrés, la alimentación, el ejercicio y la salud general. Mantener hábitos saludables te ayudará a conservar esta buena situación.
Por ahora no necesitas una revisión específica, pero sigue atento a tu cuerpo y consulta si en el futuro notas una disminución marcada o persistente.
Consulta recomendada.
Has señalado una disminución clara de tu deseo sexual y de tu energía en general. Estos cambios pueden tener múltiples causas: desde factores emocionales como el estrés o la ansiedad, hasta condiciones médicas como déficit hormonal (andropausia), alteraciones tiroideas, diabetes o problemas cardiovasculares. Aunque no siempre se trate de una enfermedad, sí es importante valorarlo. Un diagnóstico temprano puede ayudarte a identificar la causa real y, si procede, iniciar un tratamiento que mejore tu bienestar y tu vitalidad.
Te recomendamos pedirnos una cita médica para descartar un déficit hormonal o cualquier otra condición que esté influyendo en tu deseo sexual y tu energía.
Alta probabilidad de déficit hormonal o andropausia.
Tus respuestas reflejan una pérdida marcada y persistente de deseo sexual acompañada de fatiga constante, lo que sugiere una alteración hormonal significativa. Estos síntomas son frecuentes en la andropausia (descenso progresivo de testosterona) y pueden afectar a tu energía, tu estado de ánimo y tu vida íntima. La buena noticia es que existen múltiples abordajes médicos y de medicina integrativa que pueden ayudarte a recuperar el equilibrio, mejorar tu vitalidad y volver a disfrutar de tu sexualidad. Cuanto antes se valore, antes podrás acceder a un tratamiento adecuado y sentir un cambio real en tu calidad de vida.
Te recomendamos pedirnos cita lo antes posible con nuestro urólogo y especialista en salud hormonal masculina para una exploración y tratamiento personalizado.
07. PRÁCTICA DEL SEXO ANAL
Si has respondido “Sí”.
Si practicas sexo anal, es fundamental hacerlo de manera consciente y cuidando de tu salud anorrectal. El uso de una buena lubricación, una preparación adecuada y una práctica respetuosa son esenciales para evitar dolor, pequeñas lesiones o infecciones. Además, las revisiones periódicas con un especialista en coloproctología te ayudarán a prevenir problemas como fisuras, hemorroides o irritaciones crónicas, y a disfrutar de tu intimidad con tranquilidad y seguridad.
Te recomendamos pedir una cita en Intimara para una valoración personalizada y para recibir orientación médica sobre cómo cuidar tu salud anorrectal de forma segura.
Si has respondido “No”.
Aunque no practiques sexo anal, es importante cuidar de tu salud anorrectal. El ano y el recto también pueden presentar molestias como fisuras, hemorroides, irritación o sangrado, y muchas veces tendemos a normalizarlas pensando que son algo menor.
Prestar atención a tu cuerpo y consultar cuando notes cambios o incomodidades es clave para prevenir que los síntomas se agraven y para mantener tu bienestar en el día a día.
08. SALUD ANO-RECTAL
Sin síntomas relevantes.
Tus respuestas indican que no presentas molestias significativas en la zona anal. Puede que en algún momento puntual hayas notado picor o incomodidad leve, algo relativamente común, pero no hay señales que indiquen una patología relevante. Aun así, recuerda que el dolor anal, el sangrado o los cambios en la piel nunca deben normalizarse. Si aparecen de forma repetida o persistente, conviene consultar con un especialista.
Por ahora no es necesario pedir cita, pero presta atención a posibles cambios y solicita una revisión si los síntomas se hacen frecuentes.
Consulta recomendada.
Has señalado molestias frecuentes como dolor, escozor o sangrado en la zona anal. Estos síntomas pueden deberse a fisuras anales, hemorroides o a una irritación crónica de la piel. Aunque muchas veces se traten de problemas benignos, requieren atención médica para evitar que se cronifiquen o compliquen. En algunos casos, quienes practican sexo anal también notan un empeoramiento de estos síntomas tras las relaciones, lo que es importante mencionar en la consulta. Una valoración temprana permite tratar con soluciones sencillas y mejorar tu calidad de vida.
Te recomendamos pedirnos cita con nuestro equipo de coloproctología para una exploración completa y descartar lesiones que puedan necesitar tratamiento.
Alta probabilidad de patología anorrectal.
Tus respuestas reflejan molestias constantes o intensas en la zona anal, lo que sugiere la presencia de un problema anorrectal significativo como una fisura crónica, hemorroides avanzadas, un liquen perianal u otra alteración que requiere una evaluación especializada. Estos cuadros no solo generan dolor, sino que también pueden afectar a tu vida diaria, tu bienestar y, en algunos casos, tu vida íntima si practicas sexo anal. La buena noticia es que existen tratamientos médicos y quirúrgicos efectivos que permiten recuperar el confort y mejorar tu calidad de vida.
Te recomendamos pedir cita lo antes posible con un especialista en coloproctología para una valoración detallada y un plan de tratamiento personalizado.